Me llamo Paula
Soy psicóloga general sanitaria y me dedico a la psicoterapia. Cuando se trata de terapia psicológica, creo que cada proceso es diferente: quién acude, lo que se busca, el ritmo de trabajo, su duración, la periodicidad de las sesiones, etc. Aunque parto de un conocimiento teórico que me ayuda a entender algunas cosas, creo que en el proceso terapéutico hay que poner por delante a la persona y no un juicio diagnóstico. Tú eres quien más sabe acerca de lo que te pasa, mi función es acompañarte para ver otras posibilidades de acercarte a ello.
El modelo relacional-sistémico me ayuda a tener en cuenta cómo las relaciones, pasadas y actuales, tienen que ver con el malestar que una o varias personas están sufriendo ahora. No se trata de señalar culpables, sino de acercarse a algunas partes de la historia propia para entender un poco qué ha pasado, qué significado se le da y qué se quiere y/o puede hacer al respecto.
Mi acercamiento a la terapia psicoanalítica me recuerda que el saber está en las personas con las que trabajo, y no en mi conocimiento experto. Solo conociendo su singularidad puedo entender algo de su sufrimiento. Además, este saber no es tanto racional sino inconsciente, e implica también al cuerpo, integrándolo como un lugar en el que se manifiestan los malestares, conflictos y deseos.
Por su parte, partir de una perspectiva feminista y que asume la diversidad me facilita poner el foco en el contexto social en el que tiene lugar el malestar. En este sentido, las normas impuestas sobre la identidad, el género, la sexualidad, los afectos o nuestro funcionamiento (entre otras cuestiones) influyen en cómo vamos construyéndonos y cómo son nuestras vivencias cotidianas. Para mí es una herramienta para ser un poco más libres y no para crear nuevas exigencias sobre cómo tenemos que ser o qué debemos hacer.
Por último, incorporo al trabajo terapéutico un enfoque informado en Trauma y Apego, un marco que me permite tener en cuenta el impacto que han podido tener la adversidad, la amenaza y las primeras relaciones de cuidado en las persona y su sufrimiento actual.
Desde donde yo planteo el trabajo, la terapia psicológica es un espacio en el que se crea una relación entre las partes implicadas a través de lo que se trae a consulta por primera vez. Es una exploración conjunta en la que ir poniendo palabras a los malestares, conflictos y deseos propios al ritmo de cada cual, con el fin de entender qué pasa, qué tiene que ver con quien acude a consulta y su historia, y qué recursos se tienen o pueden construirse para manejarlo de otras formas.
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